Aquí tienes unos trucos súper sencillos con los que conseguirás beber el agua diaria necesaria para tu organismo.
Beber agua es, para muchos, una asignatura pendiente pero, en este post, te vamos a dar las claves para que tomes más agua sin apenas darte cuenta. ¡¡Toma nota!!
Intenta ponerte metas sencillas.
Si te propones beber 2 ó 3 litros de agua al día cuando apenas tomas líquido puede convertirse en un castigo que seguramente se traducirá en un fracaso absoluto.
Lo mejor que puedes hacer es ponerte metas cortas, es decir, empezar poco a poco, con cantidades pequeñas y repartidas a lo largo del día. Sólo así, conseguirás una adaptación mejor.
También puedes proponerte la ingesta de pequeñas cantidades de agua durante unas horas. Por ejemplo, beber 300 ml de agua, durante toda la mañana y antes de comer.
Sal de casa con una botella de agua.
Sólo así conseguirás recordar que debes beber agua. Incluso, si lo necesitas, puedes colocar pegatinas o post-it de colores a tu botella para que te ayuden a recordar.
Ponte horarios.
Planifica tus horarios de consumo y así podrás controlar la ingesta de líquidos. De esta forma, ayudarás a tu cuerpo a establecer una rutina que sea más fácil cumplir y con menos sensación de pesadez.
Utiliza la alarma del reloj o el móvil para recordar que tienes que beber agua y así, tu cuerpo se acostumbrará, a hacerlo sin darte cuenta.
¿Tienes sed?
Escucha a tu cuerpo y, si tienes sed, no lo dejes para después. Ten la botella a mano y bebe siempre que lo necesites ya que, precisamente la sed, es uno de los primeros indicios de la deshidratación.
Intenta utilizar saborizantes naturales.
Es muy normal que, al principio, te cueste mucho beber agua, sobre todo, cuando sólo consumes café, bebidas azucaradas o alcohólicas.
Si quieres, te puedes ayudar, echando en la botella el zumo de un limón o una naranja o, si lo prefieres, unos granos de anís o cualquier hierba aromática que te pueda ayudar a ingerir más agua.