El estrés, la menopausia o la anemia, entre otros factores, pueden desencadenar la caída del cabello.
Con la llegada del otoño, son muchos los cambios que sufrimos a todos los niveles en nuestro cuerpo. A nivel físico, uno de los más llamativos es la caída del cabello.
En general, esta eventualidad preocupa a la mayoría de las personas, hasta el punto de acudir a un médico o a un especialista. Este hecho, en mujeres es un tema muy extendido, ya que la caída del cabello, en cabelleras largas son más visibles de ver que en pelos cortos.
Además, debido, en cierta parte a la desinformación verídica sobre este acontecimiento peculiar, muchos individuos recurren a la compra abusiva de ciertos fármacos fraudulentos para evitar la caída del pelo, pudiendo provocarles problemas secundarios a corto plazo.
Asimismo, siguiendo el desmontaje de ciertos mitos, muchas revistas y páginas de estética publican consejos adulterados sobre la salud de nuestro cabello, aprovechándose de las necesidades del conjunto de personas preocupadas por esta cuestión.
Esta celeridad ocurre tanto en hombres como en mujeres. Pero, ¿a qué se debe esto en particular?
La respuesta hace referencia a la evolución humana, atendiendo específicamente a nuestra herencia fisiológica de nuestros antepasados.
Según distintos estudios científicos sobre la evolución humana, los seres humanos procedemos de los “Homo Sapiens”, y con ello heredamos distintos factores físicos, culturales, comunicativos y comportamientos, etcétera. Cabe destacar que, los seres humanos heredamos de nuestros antepasados, la presencia de pelaje en distintas partes de nuestro cuerpo.
Por lo tanto, atendiendo a lo anterior, es un desacierto aseverar que la caída del pelo se desenvuelve como un acaecimiento dañino, al contrario, es un proceso fisiológico congénito en cualquier mamífero.
No obstante, ¿por qué ocurre en otoño?
Según los expertos, esto se debe al ciclo vital de nuestro pelo. El crecimiento del pelo posee 3 etapas:
- Fase anágena, nuestro pelo nace y crece. Suele durar en torno a 3 o 6 años.
- Fase catágena, los filamentos crecidos en la anterior fase, dejan de crecer. Dura aproximadamente 3 semanas.
- Y por último, la fase telógena. El pelo se mantiene intacto en el cuero cabelludo y es propenso a caerse de manera ardua.
Siguiendo el ciclo del crecimiento de nuestro cabello, en verano, nuestro cabello se concentra en la fase telógena. Como explicábamos con anterioridad, en la fase telógena, nuestro cabello permanece inmóvil y dersértico, hasta que, los 3 meses después, coincidiendo con la llegada del otoño, nuestro cabello empieza a caerse.
Durante la tercera de las fases se pueden llegar a perder hasta cien cabellos al día. Mientras se producen la caída de nuestros cabellos, de forma instantánea, nuestros folículos empiezan a preceder a la fase anágena, que como describíamos antes, corresponde a la primera fase del ciclo de crecimiento del cabello.
¿Existen otras causas secundarias que afectan a la caída de nuestro cabello?
Atendiendo a estudios sobre la salud capilar, sí pueden coexistir otros desencadenantes que participan en la caída de nuestro cuero cabelludo, como el estrés, la menopausia, patologías como el síndrome del ovario poliquístico, la anemia, la deshidratación, etcétera.
Actualmente, en Farmacia Roldán Fernández, disponemos del servicio de “análisis capilar y facial”, para conocer con exactitud el estado de la salud de tu cabello y poder establecer una correcta metodología para su cuidado y mantenimiento.
No caigas en falsas promesas que puedan poner en riesgo a tu salud. Acude a un profesional, con la salud no se juega.