Lavarse las manos, ejercicio físico y tomar el sol son algunos de los consejos que te ayudarán a cuidar tu salud durante los fríos meses de invierno.
La gripe y los resfriados son algunos de los grandes problemas de salud que durante los meses de invierno solemos tener. Si quieres evitarlos te damos una serie de consejos para cuidarte ¡¡a tope!!.
Lávate las manos.
Somos conscientes que durante el frío invierno no suele apetecer para nada lavarse las manos con agua fría pero este gesto tan sencillo puede ayudar a cuidar y proteger tu salud de una manera súper eficaz. Ten en cuenta que muchos contagios se producen a través de las manos así que es importante que lo hagas con frecuencia y de forma correcta. Para ello, frota las palmas, el dorso, los dedos y el espacio entre ellos, lava bien hasta las muñecas y, si puedes, incluso bajo las uñas.
Múevete.
El frío, la lluvia, el viento y la niebla no ayudan para nada en la práctica de ejercicio físico al aire libre pero la actividad física moderada de carácter habitual es una forma muy sencilla de cuidar la salud. Si lo prefieres, realiza ejercicios de interior y así no tendrás que soportar frías temperaturas.
Toma el sol.
Durante los meses de invierno, se reduce mucho la cantidad de luz solar que recibimos y ésta es muy importante para estar sanos. Intenta ponerte al sol los días en los que el astro rey haga acto de presencia.
Ventila bien.
Ventila bien todas las habitaciones de la casa por lo menos 10 ó 15 minutos al día. Asegúrate que el aire circula por las sábanas antes de hacer la cama.
Que la calefacción no reseque tus mucosas.
El aire que se respira suele estar demasiado reseco, para evitarlo utiliza humidificadores en tus radiadores o uno eléctrico. Un gesto sencillo que salvará nuestras mucosas de una sequedad que ayude a la proliferación de gérmenes y virus.
Come frutas y verduras frescas.
Come sano y variado para que tu cuerpo reciba el aporte de minerales y vitaminas esenciales para cuidar tu salud.
Cuida tus horas de sueño.
Intenta no perder el control sobre tu horario de sueño aunque haya menos horas de luz. Lleva una rutina constante durante todo el año como acostarte y levantarte todos los días a la misma hora, en un ambiente adecuado y sin exponerte a aparatos tecnológicos justo antes de irte a dormir