A las dos serán las tres. Sí, en la madrugada de este domingo cambiaremos la hora dando así la bienvenida a la primavera, una estación en la que gozaremos de más luz solar y de mejores temperaturas que nos invitarán a salir más a la calle. Todo esto se traduce en un mejor estado de ánimo y a un optimismo exacerbado.
Efectivamente son consecuencias positivas en nuestra salud pero no hay que olvidar que el cambio de hora que pronto vamos a realizar supone otras de carácter negativo y, por suerte, transitorias.
Problemas de sueño. Cierto es que ganamos una hora más de luz pero a costa de dormir una hora menos que se traduce, como no puede ser de otra manera, en que vayamos un poco más cansados debido a esa falta de sueño durante los primeros días.
Cambios en el estado de ánimo. No dormir lo suficiente puede afectar a nuestro estado de ánimo y es que somos más proclives a estar más irritables y de mal humor, incluso hay quien se siente deprimido y con cierta ansiedad.
Escaso rendimiento intelectual y físico. La sensación de fatiga general nos lleva a tener problemas para la concentración intelectual y a estar más cansados por lo que es más habitual que nos cueste desarrollar tareas que habitualmente realizamos.
¿Cómo podemos prevenir los efectos del cambio de hora en nuestra salud?
Adecuación progresiva. Es importante que adecues las actividades que realices diariamente al nuevo horario. Puedes ir haciéndolo una semana antes en intervalos de 15 minutos cada 2 ó 3 días.
Mantén un estilo de vida saludable. Llevar a cabo una dieta saludable donde se prioricen los alimentos frescos y naturales y beber mucha agua pueden ayudarte a esta adaptación horaria. No olvides que realizar ejercicio físico te ayudará a tener un buen estado de ánimo y a que tu salud no se resienta en el cambio de estación.